"Primero reservamos, y nos dijeron que a las dos menos cuarto, y el día de antes llamaron para confirmar la reserva y decirnos que a la una y media e insistiendo que llegáramos prontito. Fuimos a comer el domingo y cuando mi hija pidió sidra, el camarero le dijo que si ella sabía lo que era eso (el hombre más mayor que el resto de los camareros), que si ella comía todos los días con sidra. Como nos quedamos paralizados con la contestación dijo que no trabajan con sidra (hubiera sido la mejor respuesta desde el principio). Más tarde le preguntamos si tenía algún plato para compartir (como un aperitivo) y nos contestó DOS veces no no no no no , que si la cocina es pequeña....de nuevo nos dejó sin palabras, pq pensábamos pedirle unos de los platos del mismo menú, pero no nos dió ninguna opción. MUY INCÓMODO El resto del personal super educados y agradables La comida rica, aunque demasiado sabrosa . Las alubias eran pocas. Y por cierto, pedimos refrescos que nos sirvieron en unos vasos preciosos pero sin abrir la botella delante nuestra. Sabía como en los burguer, aguada y sin gas...será de grifo??? Esas cosas se avisan...se ve que tampoco trabajan los refrescos en botellas. Por cierto, ¿siempre tienen el mismo menú? Lo digo por las otras reseñas"