"¡Wow, wow, wow! Tan bueno que volvimos por segunda vez. No es como ningún restaurante italiano al que haya ido antes. Platos como el bacalao en tempura, el cerdo cocinado durante 13 horas y el risotto de arándanos con queso de cabra y pato lo demostraron. Cinco platos en dos visitas fueron todos espectaculares, con algunas sorpresas en el camino. El personal era excepcionalmente amable, de buen humor e informativo. La ubicación es genial, muy cerca de la catedral. ¡Una visita obligada si te gusta la buena comida y el servicio!"