"Íbamos paseando por el centro y nos metimos en una callejuela para evitar un poco toda la multitud al ser 12 de Octubre, festivo, estaba todo petado de gente) Casi todos los restaurantes estaban llenos, especialmente las terrazas, así que al pasar por la puerta y ver una mesita libre, entramos . Había bastantes camareros, todos hombres y muy rápidos. Enseguida nos tomaron nota. Pedimos 2 refrescos y 2 raciones patatas braviolis y tiras de pollo empanado) No tardaron mucho en traer las patatas pero el pollo se demoró un poquito. La comida no estaba mal de cantidad y los precios más o menos como en la mayoría de bares. El local no es muy grande y me resultó estar sentada casi en mitad de la entrada por donde todo el mundo entraba y salía continuamente, pero bueno, en general no está mal, al menos el servicio fué muy atento, agradable e iban a toda mecha."