"Restaurante vacío, el camarero nos ofreció dos mesas: al lado de una mesa de diez personas y otro dos parejas. Pedimos amablemente elegir otra mesa y la respuesta fue… ¡no! Salimos del restaurante a otro italiano, "Ginos", justo al lado. Buen servicio y comida maravillosa y lo más importante, ¡pudimos sentarnos en una mesa lejos de los otros clientes! Recomiendo encarecidamente Ginos."