"Un local con una decoración muy romántica y ambiente relajado. La atención del personal muy rápida, amable y eficaz.En cuanto a la comida, de cortesía' nos trajeron choped, parmesano y pan, que aunque es lo común en los restaurantes, encuentro que deberían preguntarlo antes... De entrantes pedimos provolone. Estaba bien, pero la rúcula, por ponernos exquisitos, no era de bolsa recién abierta o había estado bajo peso, pero estuvo bueno.La carbonara no destacó porque la pasta no estaba suficientemente caliente, pero también porque el servicio es en la mesa. En este caso, la cantidad es justa. Sin embargo, los rigatoni con rabo de toro muy buenos y la cantidad perfecta porque hay cantidad de carne, queso... un buen equilibrio.No pedimos postre ni café porque ya fue suficiente, yo no pude terminarme los rigatoni, así que como para mi acompañante los espaguetis fueron escasos, se terminó mi plato.Restaurante para volver? Sí."