"Durante nuestro viaje de 15 días, visitamos Sitges y nos dejamos llevar por cómo se veía el lugar desde afuera. Pedimos el endricot de carne de res el cual estaba incomible y sabía viejo. El besugo sabía tan insípido que no volveríamos allí. Íbamos a visitar lugares locales, ¿cómo si no conocerías un lugar? Pero el dueño parecía un poco extraño, aunque no podemos realmente atribuirlo a nada. El resto del personal fue cortés."