"Lo único libanés en el restaurante es el dueño del lugar, el hummus, el muhammara y el shish tawook. Aparte de eso, no tiene nada que ver con la comida libanesa. El pedido fue un plato mixto que contenía dos brochetas de shish tawook . bastante excelente y quemado), dos brochetas de kebab de carne también quemados), cuatro trozos de arayes aceptable) y un kibbeh de carne también quemado). Por supuesto, el trato dado al empleado de origen marroquí fue muy malo, ya sea en la recepción del pedido o en el servicio, a diferencia del trato dado al empleado de origen egipcio o al patrón del lugar libanés. La última característica del restaurante es que no hay shisha como otros restaurantes árabes de Barcelona."