"Habíamos reservado mesa para 2 a las 14:00, nos dicen cual es la mesa y nos sentamos. Después de 5 minutos nos pregunta uno de los camareros que queremos beber, nos trae la botella de sidra y se marcha sin traernos una carta. Al rato vuelve y nos pregunta que sí vamos a querer más sidra que solo le queda una, le decimos que sí y se marcha. A los 20 minutos ya se acercó otro camarero, el único sin uniforme para preguntar si estábamos atendidos, le dijimos que no, pero que habíamos mirado la carta por internet y pedimos solamente el cachopo, porque ya no nos daba tiempo a más. Pedimos el cachopo minero, que salió de la cocina bastante rápido, menos mal, porque sino nos tendríamos que haber ido sin comer. El cachopo estaba bueno."