"Antes me gustaba mucho Casa de Jin. Con la llegada del euro, los precios cambiaron abruptamente, pasando de 600 pesetas a 6 euros de un día para otro, lo que me llevó a sentir cierto desencanto. Aun así, para quienes son algo escépticos con la cocina oriental, Casa de Jin es uno de los restaurantes chinos más limpios que conozco y perfecto para llevar a personas que prueban por primera vez. Recomiendo el pato pekín, las verduras rebozadas y la sopa agripicante. Además, su menú ofrece buena variedad y calidad."