"Lugar maravilloso. En un enclave privilegiado, cuando el sol empieza a bajar y a invadir las terrazas, sabiamente aisladas por toldos transparentes que te aíslan del posible viento. Las vistas, como digo, impresionantes. Comida típica que el personal consigue que sea algo especial gracias a su amabilidad. Parece que el aceite aquí no ha subido de precio. Una maravilla. Derroche de sabores. Me ha encantado. Muchas gracias."