"Encantador restaurante por dentro y por fuera con una historia interesante. Impecablemente limpio. Comida excelente y buen servicio, buen vino, ¿qué más se puede pedir? El camarero Gaspare, muy amable, servicial y atento, hizo que nuestra experiencia fuera aún mejor con sus consejos sobre la comida y el vino. Las berenejas locales con miel estaban perfectamente cocinadas. La tabla de quesos estaba deliciosa. Cocina sencilla pero pescado fresco a la parrilla perfectamente y carne de cerdo cocida a la perfección. El helado de pistacho siciliano fue el mejor que he probado nunca."