"Impresionante. Atención exquisita y personalizada. La comida apalabrada previamente con Javier, cuajadera de pota negra la mejor que he probado por la zona. Aperitivos y postre incluidos en el postre. Precio adecuado. Volvimos dos días después con unos amigos a cenar. Javier había ido esa tarde al la lonja y nos preparó unas fuentes de pescado del día y aquí no es retórica) de lujo. El padre y el hijo te atienden, ya acompañan, te explican y te hacen sentirte como en casa. Muy recomendable"