"Durante nuestra semana de descanso en Barcelona, este fue sin duda el peor lugar donde hemos comido. La comida servida aún estaba congelada, el arroz que nos sirvieron fue calentado en un horno de microondas. Algunos de nuestro grupo tenían alergias de las cuales el restaurante fue informado previamente, sin embargo intentaron servirles comida que contenía ingredientes a los que eran alérgicos. La comida no tenía sabor, el calamar estaba gomoso y la tortilla española fue sacada de un paquete de supermercado y cortada antes de ser servida (vimos al chef hacerlo, así que sabemos que sucedió)."