"Tenía ganas de cenar en este restaurante y la verdad es que la espera mereció la pena. Pedimos todo para compartir por lo que pude probar todos los platos. De entrante una pizza cuatro estaciones. Hacía tiempo que no comía una pizza italiana tan rica. Pedimos unos carbonara que estaban espectaculares. También un risotto de trufa que, aunque estaba bueno, es cierto que no estaba meloso, es más estaba caldoso, algo que nos resultó extraño ya que tenia caldo debajo del arroz… De postre un tiramisu y una panna cotta. El primero estaba algo seco, bueno, pero el bizcocho nos daba la sensación que no estaba lo suficiente humedecido. La panna cotta estaba realmente buena, se notaba su cremosidad y ese sabor de la nata, para mi gusto le quitaría la salsa de frutos rojos que llevaba de bajo, porque enmascara la calidad que tiene por si mismo el postre. Me encantó el sitio y seguiré yendo!"