"Hoy cometí el error de sentarme en la terraza de este restaurante en Sevilla. El lugar era encantador y éramos seis para almorzar. Al ver que tenían menú (nada barato, 13'50 euros) decidimos pedirlo. A las 13:40 h nos dijeron que no tenían solomillo. ¡No tenían! Pensé que deberían quitarlo del menú, ¿o tal vez es solo publicidad engañosa? Una hora después, estaban sirviendo solomillo a la familia de al lado, que no había pedido el menú. Pero ahí no termina todo. Cuando pedimos los postres, nos dijeron que solo tenían tarta de chocolate. Les explicamos que dos de nosotros no podíamos comer chocolate y les pedimos que nos lo cambiaran por otro postre o café. Pero nos dijeron que NO, que eso era lo único que tenían y nos lo sirvieron, sabiendo que no lo podíamos comer. Nunca me había pasado algo así. En total, una cuenta de 80 euros (sin incluir las bebidas), comida normalita, postre incomible y un servicio por parte del personal más que inaceptable."