"Cuando el trabajo de mi hijo, guía de cruceros, le lleva varios días a Málaga aprovechamos para comer en alguno de los muchos rincones típicos que se hallan en el centro de esta turística ciudad. Entre ellos me gustaría destacar hoy una “extraña” tetería llamada Palacio Nazarí con unas características especiales. Para empezar no es una tetería, puedes tomar todo el té que quieras pero está enfocada hacia la comida marroquí. Si eres amante de cambiar, de vez en cuando, de sabores gastronómicos aquí puedes encontrar las clásicas recetas norteafricanas como puede ser el cordero o el cous-cous, las más conocidas. Pero también puedes pedir una pizza o una hamburguesa que te la sirven igual de rápido y a precios muy competitivos. Una pizza te puede salir por 6.99€ y una hamburguesa por 2,99€. Su variedad es amplia pero no reside ahí su encanto sino en la exquisita decoración, que por cierto tampoco es nazarí, aunque lo diga su nombre, sino más propia de los cuentos de las mil y una noches, todo exquisitamente árabe. Lo nazarí es una cultura mixta entre el gusto berberisco y el sustrato godo que coincidió en un territorio determinado de la península, aquí no hay mezcla, parece todo importado de Arabia. Si te metes en su página web te sorprenderás porque tienen como elementos accesorios el vender camisetas, posters y cualquier otro tipo de recuerdo de su local. Eso sí, los precios de estos artículos no compiten con los de las tiendas típicas cercanas, pero la exclusividad hay que pagarla. Mejor echa un vistazo a su facebook por que en su página oficial no tienen bien ni el nombre de la calle. Pero si quieres conocerla está junto al Museo Picasso. Pasar un rato aquí es todo un placer, abren a mediodía y suelen cerrar entre las diez y las dos de la mañana. Son gente amable aunque nunca han aceptado usar alguna de las cachimbas que tienen en una pequeña exposición. Dicen algo relativo a no sé qué ordenanzas municipales, pero como el local es pequeño posiblemente se nieguen para evitar la humareda. En una de las fotos se ve cómo un cristal en el suelo cubre una exposición etnográfica, es una de sus mejores salas pero nosotros preferimos la exterior, al aire libre. Allí nos atiborramos de pastelería musulmana y de cordero, no pega mucho pero nos encanta."
