"La verdad no entiendo el exceso de buenos comentarios: fui el día de hoy a comer en solitario. Desde el momento en que entré el desinterés en la atención fue evidente pues si bien el restaurante no estaba lleno, había mesas con más personas que seguramente facturarían más por lo que el mesero me dejó las cartas sobre la mesa y se fue. Tras 18 minutos de espera y llamarlo en dos semanas ocasiones fue a tomarme el pedido. Una vez hecha la orden, un menú de degustación, los platos comenzaron a llegar rápido.La comida regular, de sabor no estaba mal pero nada que uno pueda considerar como memorable o una experiencia al paladar. La carne, de hecho, estaba un poco dura y con el arroz se les estaba yendo la mano con la sal. Lo único que rescato fue la torta de queso, que estaba muy rica.Al finalizar fui al aseo y, para rematar la experiencia, no tenían papel.Personalmente no me atrevería a recomendarlo."