"el lugar no tiene desperdicios, en medio de la capital, una pizzería típica del barrio que también tiene postres y opciones para merendar. el tratamiento del personal es insuperable, total y absoluta amabilidad, una maravilla, todo lo que junto con la calidad de las pizzas, artesanos 100% con un sabor muy suave, tal vez el pegamento es la calidad de los ingredientes, pero la mano del pizzero acompañado por su atención hace que la experiencia vale más que la pena. Diez."