"Este restaurante está en la plaza donde se encontraba nuestro hotel. Era el inicio del festival anual del pueblo y el lugar estaba lleno de gente. Encontramos asientos y observamos lo que estaban comiendo, quedamos impresionados. Pedimos la ensalada de atún y un plato de jamón. Ambos estaban muy sabrosos y llenadores. El atún era teriyaki y casi curado en lugar de cocido. Las fresas locales en la ensalada añadieron dulzura para contrarrestar la salinidad del atún. El jamón estaba delicioso, dulce, con una textura casi untuosa. La calidad era evidente. Con las bebidas vienen platillos pequeños de comida que no tienen costo adicional. Como era día festivo, los niños eran abundantes y estaban pasándola genial mientras los padres comían, bebían y conversaban. El servicio fue rápido y muy cortés."
