"Solemos ir todos los jueves al pintxo pote y un jueves reservamos para el 23 de diciembre porque es de los pocos sitios del centro que tienen comida apta para celiacos. Cuando reservamos ya avisamos que a pesar de reservar a las 21, porque es en la única hora a la que reservan, la cena la pediríamos a las 22.15 porque había una persona que salía de trabajar a las 22h y que mientras tanto pediríamos la bebida y dos raciones de nachos. Cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos y efectivamente hicimos eso. Bueno pues nos vino una camarera a las 22.10h diciendonos, de muy malas formas, que o pedíamos ya o nos teníamos que levantar porque no podía ser que llevaramos una hora y media con unos nachos y unas bebidas (cuando llevabamos menos de una hora y ya habíamos avisado en la reserva de lo que ibamos a hacer y no nos pusieron ningún problema). Asimismo, la primera camarera que nos atendió no sabía muy bien la diferencia entre la ración de nachos para celiacos y la que no es para celiacos y no sabe ni los tipos de cerveza que tienen, pero esto ya me parece lo de menos. Volveremos porque los camareros habituales son muy agradables y porque creo que las malas formas fueron fruto del estres del momento, pero creo que debería de haber una mejor comunicación entre camareros o que se apunten las particularidades de cada reserva para evitar malos entendidos."