"Local con una decoración muy cuidada que te transporta a distintos rincones de Venezuela a través de sus paredes y sus platos, sin moverte de la mesa. ¡Hasta tienen ambientada una cabaña en el interior! El servicio fue muy agradable con nosotros. Desconocíamos la gastronomía venezolana y, amablemente, nos explicaron su carta y las diferentes variedades de los platos para que pudiésemos elegir lo que más nos llamase. Igualmente, pedimos alguna recomendación y fue de lo más acertada. Los tiempos de espera no fueron largos desde la pedida de la comanda hasta que nos sirvieron. Optamos por compartir dos entrantes: tequeños mixtos (distintos quesos cubiertos por distintas masas) y canasticas de plátano (rellenas de cuatro variedades diferentes de platos típicos: reina pipiada, caraotas, pollo mechado con queso y carne mechada con queso). Cada comensal pidió un plato principal (arepa Molarepa, pabellón, pelua y patacon súper peluo). Cerrando con postres típicos como el quesillo, tarta tres leches o chicha. • Sabores MUY RICOS que te hacen disfrutar y te hacen viajar en cada bocado. • Cantidades estupendas en cada ración, donde son muy generosos con el relleno. • Postres increíbles, donde hay que reconocer que son de un componente dulce muy alto por sus ingredientes, pero nada empalagosos. Te hacen seguir queriendo una cucharada más y más. La relación calidad-precio es muy buena e invita a regresar para seguir probando platos. Sin duda muy recomendable y en la lista de volver a repetir."
