"Ubicado bajo la imponente muralla de Ávila, justo al lado de una de sus principales entradas, inicialmente pasamos por este restaurante pensando que encontraríamos algo mejor, pero pronto regresamos... y nos alegramos de haberlo hecho. Nos sentamos afuera, observando a la gente en una hermosa noche, disfrutando de una excelente selección de tapas, que fue precedida por un plato de jamón ibérico de cortesía, un buen detalle. El camarero que nos atendió también era muy divertido... tuvimos que revisar la factura dos veces, era un precio tan bueno."