"Fuimos recibidos personalmente por el chef, quien explicó la calidad de los alimentos y los productos que elige todos los días en el mercado. El pescado es capturado diariamente y lo trae desde San Sebastián. El cuidado de los productos es extraordinario, incluso el pan es increíble. Probamos las piparras, muy sabrosas y buenas. Una ensalada de tomates frescos con ventresca de bonito, una variedad de atún, y un chuletón de ternera para compartir, para dar gracias a Dios una y otra vez. Mi esposa tomó los calamares a la parrilla, también perfectos. Los postres que probamos son sorbete de cuajada de limón y sorbete de mandarina hechos a medida. La atención de los camareros, simplemente excepcional. Recomendamos sin restricciones el lugar."