"Experiencia increíble. Ya cuando vas caminando por las callejuelas del gótico y te encuentras con un portalón bien llamativo, donde contrasta la madera oscura con los colores y luces del local, dices “aquí hay algo bueno”. Empecé mi experiencia con un plato frío, la ensaladilla rusa. Está muy bien, las alcaparras le dan su toque. Pero con el 2do quedé maravillado. Un timbal de pies de cerdos con gamba y tallarinas de calamar. Fue brutal, la combinación de sabores me llevó a un lugar familiar, pero imposible de describir. Recomendable al 100% La atención del personal, inmejorables."