"Tras una mañana disfrutando del hayedo de la Pedrosa, buscábamos un sitio para comer con nuestra perrita y que la terraza estuviera resguardada porque empezaba a llover. A pesar de ser viernes y un poco tarde, la camarera nos recibió muy amablemente y nos facilitó una mesa en la zona de los soportales. Seguimos sus recomendaciones a la hora de elegir los platos del menú y todos fueron un acierto. El trato que tuvieron con nuestra perrita fue genial, la pusieron un cuenco con agua nada más llegar y durante toda la comida la camarera estaba también pendiente de ella, hasta la dieron algunas cositas para comer (tras pedirnos permiso). Nos ha encantado, un lugar con platos caseros sabrosos y de calidad, a buen precio y un gran servicio siempre atentos a sus clientes. Volveremos prontos!! !"