"La comida está bien, pero la experiencia en general es bastante mala. El restaurante alquila tumbonas y sombrillas en la playa por €20 cada una. No hay descuento para estancias más cortas, ni siquiera para hablantes de español. El restaurante sirve bebidas en la playa por alrededor de €5. Pero ten cuidado con el pago. El 10% extra de servicio rápidamente se convierte en otros €5. El personal del restaurante es amable, pero no hay garantía de que tu camarero te valore lo suficiente como para darte una mesa decente. Aunque supongo que toda la playa de la Barceloneta es cara, elegiría otro lugar tanto para comer como para tomar el sol la próxima vez que visite Barcelona."