"Un lugar pequeño y exclusivo, con un ambiente sumamente tranquilo y sereno que invita a conversar pausadamente mientras se disfruta de una de las mejores experiencias culinarias que he tenido en Barcelona. En particular, mi esposa pidió el exquisito pollo relleno de cebolla confitada con patata violeta, mientras que yo opté por el Marmitaco de Atún. Ambos platos estaban deliciosos, de una calidad excepcional que refleja la maestría del chef. El servicio brindado por el camarero fue destacable, mostrando atención al detalle al conseguirme pan sin gluten, gesto que aprecié enormemente y, por cierto, ¡estaba delicioso! Para culminar esta experiencia gastronómica, decidimos probar la tarta de queso azul, la cual se destacó por su sabor y presentación, realmente espectacular y fuera de este mundo. 100 puntos a todo el equipo de trabajo y felicitar al hotel Olivia Plaza por su dedicación en ofrecer una experiencia culinaria maravillosa, acompañada de un ambiente excepcional."
