"Punto por punto: En primer lugar, el lugar es bonito. Se nota un ambiente familiar y cálido, cosa que hace mucho más agradable la estancia. Lo tienen todo decorado con mucho gusto y delicadeza, te sientes como en casa. En cuanto a las habitaciones, están muy bien. Smart TV, calefacción con un calefactor que parece que no va a hacer nada y deja la habitación con una temperatura magnífica, cama muy cómoda... Bastante tranquilo, no hay ruidos molestos ni nada que enturbie tu sueño. El baño no es muy grande, pero es suficiente para lo que vas a hacer ahí. El agua caliente sale en segundos, está muy bien. Las comidas... qué decir de ellas. Un 10. Felicidades al personal de cocina por hacer unos platos tan ricos... Me encantó la ensalada tibia, el pollo, las espinacas gratinadas y el lomo... Y los postres, qué crema catalana tan rica. Además, las camareras muy atentas y simpáticas, son unas personas excelentes. Lo único que puedo puntuar con algo negativo es que, al menos en la mía, no había escobilla de baño... Y en algunas ocasiones la limpieza algo floja... la cama hecha, todo bien, pero el fallo era en el baño... pero bueno, no sé si será algo puntual o que limpian muy de pasada... es lo único malo que puedo comentar. Un consejo sería que cambiaran las fundas de las colchas de las camas, porque son blancas y cogen toda la suciedad. En fin, si estás por Caldes de Malavella o cerca y buscas un buen alojamiento donde hospedarte y comer bien, este es tu lugar."
