"Llevábamos un tiempo pensando en ir, y no defraudó. Bien atendido y comida muy buena. Realmente no tiene nada que envidiarle a ningún otro restaurante italiano y los precios son aceptables. Las pizzas son de masa fina con borde ancho, como las napolitanas, ligeras y sabrosas y hechas en horno de leña. No conozco otro sitio ni parecido que esté por la zona. Pedimos además unos raviolis rellenos de solomillo braseado que tenían fuera de carta que estaban también espectaculares. La única pega que le podemos poner es que preguntamos si la salsa de los raviolis llevaba gorgonzola a uno de los camareros y todavía estamos esperando que venga a respondernos, hasta que no llegó el que creemos es el dueño (por su evidente acento italiano) no nos resolvió la duda. Por lo demás muy muy bien. Volveremos."