"El restaurante fue muy recomendado por un amigo, así que hicimos una reserva para el almuerzo del domingo para coincidir con una visita al museo. No nos decepcionó. Aunque el restaurante teóricamente estaba lleno, desafortunadamente para ellos, un par de reservas de grupos grandes no aparecieron. Sin embargo, para nosotros esto significó que tuvimos la suerte de sentarnos junto a un enorme ventanal con una vista increíble de la ciudad. Mi amigo no me había mencionado la vista, así que fue una sorpresa adicional. El restaurante tenía un personal encantador y, en mi opinión, ofrecía una excelente relación calidad-precio. Pedimos cuatro platos, una botella de agua mineral y un delicioso vaso de vino por 30€. Dada la calidad de los productos y la técnica, me pareció fantástico. La próxima vez que esté en Barcelona, volveré corriendo para disfrutarlo de nuevo. Adjunto algunas fotos de los platos que comimos y una imagen de nuestra vista afortunada."
