"La primera impresión es de un local un poco viejo, con decoración algo obsoleta, desfasado…Cuando llegamos la sala estaba vacía, había una tv encendida que tuvieron el detalle de apagar y luego no se oía ni un hilo musical, todo estaba en silencio, se oía ruido de los motores de la nevera y el ruido y las voces en cocina, la sensación era algo triste sin ruido de gente. La carta la trajeron en papel, no tenía demasiados platos pero bien para tener donde elegir. La maitre -entiendo que era la dueña- preguntó si podía aconsejarnos. De aperitivo pusieron un platito con trozos de queso y regañas la cesta de pan tenía buen aspecto pero la chapara estaba chiclosa. Tenían botella de agua de litro, algo positivo. Pedimos los Huevos de Ángel, ración generosa y bastante bueno el conjunto, es uno de sus plazos mas populares. Como principal pedimos rape, bien el pescado pero pobres los acompañamientos, unas simples patatas fritas no es lo que mas le pega mejor sería unas patatas panadera, ni pimientos, ni ensalada, una pena porque desluce el conjunto en general. De postre la torrija se hizo esperar pero llegó recién hecha… estaba buena pero algo más dura la corteza de lo que esperaba, por el tipo de pan. Una bola de helado no le habría venido mal. Comer, comes bien, pero solo si vas con una oferta de una plataforma, si no me parece muy caro para lo que te dan. Es un sitio que suele estar mas animado en las comidas que las cenas."
