"Realmente decepcionante. Pedí una carta de vinos, pero no había menús en papel. Tuve que escanear un código QR y luego desplazarme arriba y abajo en mi teléfono. Casi imposible y no utilizable. Además, llámenme anticuado, pero sentarse en un restaurante con su pareja en el teléfono es grosero. Por eso elegimos el menú degustación y el sumiller recomendó un vino. El vino era hermoso y los dos primeros platos estaban totalmente deliciosos. Luego vino un cóctel de camarones, que estaba bien supongo, pero no tan emocionante. Después una vieira perfectamente hervida en una mayonesa sazonada que exageraba completamente el sabor de la vieira. Luego carne con papas fritas. Las papas fritas tenían tanto sal que eran comestibles y la carne tenía un sabor y una textura extraños; mi pareja casi dejó la suya intacta. De postre, un trozo de pastel de chocolate que estaba bien, pero difícilmente de alta gama. No justificó el precio de 132 euros para los dos."