"Hemos llegado un martes por accidente. Solo había menú a 20 euros, todas las mesas llenas al final. Tanto la camarera como el dueño nos trataron de maravilla y la comida nos sorprendió, lo mejor los entrantes, dos y los primeros, muy bien hechos y gustosos, los segundos más normales pero decentes y los postres muy ricos. Vino de la zona a precio imbatible, otra vez que pasemos por ahí me desvío fijo. Algo inesperado que te alegra la tarde."