"Un restaurante pequeño pero con una calidad estupend. Pedimos la comida mirando la carta y el camarero nos comentó que igual nos habíamos quedado cortos. Modificamos la comanda y cenamos muy bien. Además, empezamos por una copa de vino y finalmente fueron dos y en vez de cobrarnos el precio de las copas por separado, nos lo cambiaron por el precio de una botella... eso no lo hace todo el mundo!! Si estáis por el centro de Madrid y os apetece probar comida elaborada, con un toque castizo pero moderno, este es vuestro restaurante."