"Después de pagar con tarjeta y elegir que el pago sea en dólares, se alteraron diciendo que les estábamos robando centavos y querían que pagáramos dos veces. También tenían mucho que decir sobre cómo los turistas de donde vengo les hacen la vida tan horrible aparentemente. Fueron perfectamente amables hasta el problema con el pago, luego nos trataron como criminales, tanto el gerente como el empleado. En todos los lugares a los que fui me permitieron elegir en qué moneda cargar mi banco, pero siempre les paga en euros de todos modos. Había una razón por la que éramos los únicos clientes allí además de otra pareja, mala gestión."