"Es un restaurante acogedor, con un salón que cuenta con 6 mesas decoradas con fotografías e instrumentos antiguos de la zona, como azadas, sierras, espingardas, trabucos, y una chimenea de hierro que calienta el local en invierno. También tiene una terraza pequeña con otras 6 mesas que en invierno se cierra con toldos y ofrece vistas directas al río Majaceite, donde se pueden ver truchas y patos, y en verano se descubre para disfrutar de la vegetación de alrededor. Hay una parrilla de carbón donde preparan carne a la brasa, pero también ofrecen pescados y diversas raciones en su carta. Todos los postres son caseros y es raro que después de la comida no te inviten a un chupito de pacharán casero o algún licor. El restaurante abre todos los días excepto los jueves, e incluso en festivos o puentes. Algunos platos destacados son la paletilla de cordero lechal al horno, parrilladas de carnes a la brasa, brochetas de jabalí y pescado, y las tablas de jamón, queso o charcutería ibérica."
