"El ramen buenísimo pero los camareros un poco despistados. Llegamos con reserva y había muchas mesas vacías. Nos asignaron una del medio con los asientos sin respaldo, por lo que preguntamos si era posible poneros en una mesa del lateral que tenía sillas normales pero nos dijeron que no porque estaba reservada, así que nos sentamos donde nos dijeron. Al rato viene el camarero y nos dice que si nos queríamos mover a la mesa pegada a la pared que así teníamos la pared de respaldo, así que nos movimos. Y al rato vuelve de nuevo el camarero y nos dice que le acababan de cancelar la reserva de la mesa de sillas normales y que si nos queríamos cambiar. En fin, cambios de mesa después pudimos comer el ramen, que estaba buenísimo, tanto el de pollo rebozado como el de pato. Eso sí, no había vino de ningún tipo para beber y los camareros daba la sensación de que estaban perdidos. Pese a todo, nos gustó mucho la comida, y el lugar tenía una ambientación bonita, así que volvería."