"Llegamos un poco después de abrir y no parecían listos para recibir clientes, aunque solo pasaron 10 minutos antes de que este pequeño restaurante (supongo que solo tiene espacio para 40 invitados adentro) estuviera casi lleno. Se accede al menú mediante un código QR, y entiendo perfectamente que esta es una forma mucho más eficiente de gestionar los cambios en el menú; ciertamente fue una tarea ardua desplazarse por este menú enorme. Hubiera sido bueno tomar una copa mientras revisábamos el menú. Finalmente se conformó con Bamee Kaprao de cerdo crujiente, salteado con salsa de ostras, albahaca y chile, servido con fideos de huevo y huevo frito y curry de ternera Massaman. Ambos platos estaban llenos de sabor, pero la carne del Massaman estaba grasosa. También tenga en cuenta que cuando ingresamos nos informaron que solo aceptaban efectivo (sin tarjeta), no estoy seguro si esto era único."
