"Solo estuve una vez en este restaurante, en uno de mis dos viajes a Barcelona y viene encantada. Es un restaurante oriental en el que además de que todo está muy bueno la cantidad es muy abundante. Su decoración es muy bonita y va acorde con el restaurante, pero además te metes en un ambiente oriental porque el local está amenizado por espectáculos de baile y canto. El servicio que tuvimos fue muy bueno, apenas tuvimos que esperar por la comida y fueron en todo momento amables. Su situación es inmejorable, en pleno centro de Barcelona, junto a la Sagrada familia. Lo único que no me gustó del restaurante, es que no paraba de entrar y salir gente todo el rato, por lo que no acabamos de encontrarnos a gusto y además la música estaba un pelín alta de más. Yo me tomé una ensalada de pollo que si no recuerdo mal llevaba lechuga, tomate, manzana, pollo, tacos de queso, pepino todo con salsa rosa encima. Además aparte venían unas patatas para acompañar. Me encantó la combinación. En cuanto a los precios me parecieron que estaban de acorde con la comida que comimos, así que si vuelvo a Barcelona en alguna ocasión igual me animo a repetir, ya que en general me gustó bastante."