"Teníamos una reserva para 4, pero al final éramos 5. No hubo problema porque el encargado nos informó que se había cancelado una reserva y nos juntó 2 mesas en la terraza. A mitad de la cena, el encargado vuelve exigiendo una de nuestras mesas. El camarero de la terraza se da cuenta de que es imposible, así que monta una mesa supletoria para los nuevos comensales, pero ellos no la aceptan porque les parece demasiado pequeña y se van a quejar dentro. Nuevamente, aparece el encargado y nos pide que nos levantemos; no cambia de actitud y sigue con su comportamiento desagradable."