"Llegamos al restaurante y nos informaron que tomaría un poco de tiempo (ya que era viernes al mediodía, lo cual es normal). Sin embargo, la comida no solo llegó rápidamente, sino que además era deliciosa, con porciones generosas. El repartidor había tenido un accidente en la moto y pudimos notar el interés y apoyo de sus compañeros. También observamos que los clientes habituales que llegaban a recoger sus pedidos mantenían una excelente relación con los empleados. En mi opinión, sería necesario adornar un poco el restaurante, ya que de lo contrario se siente un poco vacío. Puntos extra para el baño, que estaba impecable."