"Imposible mejorar. Reservamos solo unas horas antes de visitar este encantador pueblo. Comimos tres personas y la cantidad, el lugar, el trato, el ambiente... todo genial. Cada plato que pedimos fue cada vez mejor. -De entrante: raviolis rellenos de txangurro (increíbles), croquetas, mitad de morcilla y mitad de boletus (que no nos dio tiempo de fotografiar), huevo poché con parmentier y boletus (¡IMPRESIONANTE... para quedar atrapado en ese sabor... y pedir ocho más!). -De carne: lechazo con ensalada. Súuuuuuuuuper tierno... ¡un verdadero espectáculo!"