"Llegamos tras una decepcionante tortilla en un restaurante diferente que estaba al lado, con la intención de redimir nuestros paladares y ¡vaya si lo hicimos! Pides una bebida y te ponen un maravilloso pincho de tortilla bien jugosa y con cebolla que está para rebañar el plato con el pan. Estuvimos en barra y Álex, sonriente como el que más y creador de buen rollo entre sus compañeros, nos atendió fantásticamente bien. ¡Así da gusto! ¡Ojalá haberlo descubierto antes para haber estado con el estómago vacío y haber probado más cosas. Si volvemos a Santiago ¡iremos directos!"