"Sal y Canela es un pequeño restaurante con un impresionante menú. La comida es muy buena y el servicio es amigable y eficiente. Las croquetas son demasiado grandes: se enfrían rápidamente y se vuelven un poco desagradables. Probamos varios platos diferentes, todos buenos. Ojalá hubiera podido quedarme más tiempo para probar más cosas. En el interior, hay más mesas, y el estéreo reproduce jazz moderno. Tienen una amplia variedad de bebidas, incluidos algunos excelentes vinos. Probamos un Emilio Moro 2013 de la zona de Ribero del Duero. Ese vino solo hace que la visita valga la pena. Este es un lugar que aún puede mejorar, pero realmente merece una visita."