"Hoy tuve la oportunidad de descubrir este restaurante, tengo que decir, esa sorpresa muy agradable para el bien. Almorcé y comí tan bien, que me aprovecho para seguir probando nuevos platos a la hora de la cena. el sitio está muy bien cuidado, el frasco de la galera. sabor muy suave y delicado, ordenamos algunos chicharrones espectaculares con guacamole en la base y algunos chips de plata macho y postre un coulante de chocolate con excelente helado de vainilla. Para la cena pedí una empanada de ternera argentina con muy buena salsa de azufre con un sabor suave y no muy picante y segundo una quera negra con patatas dulces y espinacas, sabores delicados y postre un pastel esponjoso de avella, caramelo, plátano macerado, crema de leche y helado de plátano que me quitó el sombrero con el postre. El único, pero lo puso. es la máquina de nespresso. Gracias por la magnífica experiencia y especialmente la camarera con la que tuve muchas charlas divertidas y no pude despedirme personalmente."