"Encontré este restaurante en un red social y me dio curiosidad. Hice la reserva el mismo día que fuimos a cenar y después de haberla hecho me puse a leer las reseñas y, madre mía, en el último año habían recibido bastantes malas críticas. Aunque esto nos creó inseguridad decidimos ir a cenar. Llegamos y muy amablemente nos recibieron y nos sentaron, y eso que llegamos media hora antes de la hora reservada. Elegimos el menú “sorpresa” donde el chef te da de comer lo que a él le apetezca. Entrante: una mouse de garbanzo con una especie de tartar de tomate. Estaba muy bueno. Empezamos bien! Primer plato: cebolla frita. Como se aprecia en la foto era todo cebolla frita. Algo salado y pesado ya que era un frito. Mi pareja no quiso comerlo y el camarero al ver la situación, se acercó y nos preguntó qué era lo que ocurría. Le dijimos lo que pensábamos y sin decir nada nos retiró el plato y, acto seguido, nos trajo otro en sustitución (una especie de teja con un Tartar de verduras), y esto si estaba bueno. Segundo plato: tataki de atun rojo. Estaba muy bueno de sabor pero nos lo comimos semi frío. Según lo hubieran marcado nos los hubieran sacado habéis estado de maravilla. Tercer plato. Un rabo de toro. ES PEC TA CU LAR Postre: ponche segoviano. Postre típico de la tierra. Muy bueno! Agua, pan y vino y chupitos de crema de orujo. Un local tranquilo, buena atención y con muy buena resolutiva."
