"Comimos en el restaurante donde, aunque la mayoría es para llevar, tienen un espacio pequeño pero acogedor con taburetes (para unas 4 personas). Las pizzas son muy buenas, caseras y todas frescas, las mejores que hemos comido en mucho tiempo, el postre en particular muy sabroso y luego no he sentido el estómago pesado aunque te sientas bastante lleno. En resumen, encontré un lugar para disfrutar de la pizza original hecha en el horno de leña. El personal increíblemente atento y amable incluso en los pequeños detalles. Lo probamos por casualidad pero volveremos."