"El restaurante es muy agradable, los platos riquísimos y los camareros muy agradables y útiles. Sin embargo, no volveremos ya que había un hombre (que presumíamos ser un empleado del sitio) que hasta tres ocasiones hacia las alusiones a nosotros, estilo de coñas, nos miraba desvergonzadamente y seguía siendo obvio que lo ignoramos mientras estábamos tratando de disfrutar del lugar. Nos sentimos muy incómodos y la verdad es que dejamos el lugar antes de lo que queríamos, parecía una falta de respeto que nunca nos había sucedido en ningún otro restaurante."