"En un día festivo, para nosotros, hemos decidido volver, por segunda vez, a comer en este establecimiento. El menú variado y ajustado en el precio, aunque en los medio menús no incluyen el postre y casi te cuesta lo mismo el medio que el entero. Para complementar ese medio menú pedimos dos platos de carta, anchoas y calamares, muy buenos ambos. El arroz del menú exquisito, la ensalada buena, la pena es que la sacan aliñada de cocina y no me la comí a mi gusto. Para acompañar los platos pedimos dos vinos fuera de menú, ricos y en óptima temperatura. Si nos los hubieran puesto en la copa adecuada hubieran estado perfectos. En general, quitando estos detalles, el producto y su elaboración muy correcta. El servicio, parte fundamental para nosotros, fue excelente. Nos atendió un señor llamado José, claro ejemplo de la vieja escuela que se va perdiendo irremediablemente. Un servicio, el de este señor, con las pautas y los tiempos medidos, el tono correcto, sin confundir atención con servilismo, amable, educado, atento a los detalles, sin agobiar ni apresurarte, dejando que disfrutes de la comida. Como digo, un auténtico lujo en comparación con lo que, cada día más, abunda por ahí. Gracias a esto, y a que la comida está muy buena nuestra experiencia fue gratificante."