"Cuando llegamos a las 4 p.m., el lugar estaba vacío. Los entrantes estaban bien, pero había demasiado aceite en el pili-pili de langostinos y no sabía muy bien. Aunque habríamos tomado un jerez fino con los entrantes, ¡no había jerez en absoluto! ¡Imagina, un restaurante en el centro de Málaga sin jerez! El plato principal fue mejor, tuvimos carrillada de cerdo. Lo peor de todo fue que el camarero no era profesional, casi en su totalidad. Estaba inseguro, no nos prestaba suficiente atención y daba la sensación de que le gustaría estar en cualquier otro lugar que no fuera ese restaurante."